miércoles, 18 de febrero de 2009

CASTILLOS INTERIORES

1999 - 2000


Tengo centenares de épocas en mi breve tiempo
Tengo miles de lenguas en mi ser profundo
Cataclismos de la tierra accidentes de planetas
Y algunas estrellas de luto
¿Recuerdas cuando eras un sonido entre los árboles
Y cuando eras un pequeño ray o vertiginoso?

VICENTE HUIDOBRO
de su poema IMPOSIBLE de CIUDADANO DEL OLVIO (1941)






1



Cuánto dolor en no reconocerse
marcados por la fuga de los sueños
anhelantes perpetuos de un lugar en la cima
hacemos demasiados
esfuerzos para no reconocernos

andando vidas y marcando horizontes
persiguiendo un algo más que muta nuestro rostro y le convierte
en una distorsión de cómo quiso ser
un algo más que nos mutila y reemplaza
acelerando el pulso en un vertiginoso fluir hacia esa nada
en donde ya no importan
ni el proceder ni el porte
ni puede que la historia del viaje

y la felicidad mirarse limpio
desposeídos de nosotros
dejando atrás el sigiloso aniquilamiento
el sistemático desgaste
y saltar

a las aguas serenas
para flotando
sin peso ni memoria
recorrer paisajes interiores
volviendo a descubrir su mapa de pureza
la ilusoria silueta de su costa
modulados
por las continuas ondulaciones de agua mítica

flotar sin codicia
exento
de todo cuanto fuimos

niño hijo hermano amigo amante esposo padre hombre

sin el lastre de aquello que siempre se ha esperado de nosotros
sin el veredicto de las metas expropiado de todos los fantasmas y los héroes
vaciado aunque también repleto
como una esfera hueca donde se encierra el aire
sin más veneraciones ni luchas ni ramas de laurel que ciña la cabeza
sólo flotar
vana ilusión
sobre el agua serena de una antigua pureza



2


Hoy mando estas palabras para aquel que quiera recibirlas

pueden ser tus palabras

y con ellas
se mostrará el camino que hasta aquí nos condujo
armado con el beso de libertad de las caricias
recién peinados
como peinan las madres a los niños
ese tupé que el tiempo irá menguando
ese tupé de la mirada limpia
guapo para la vida que irá dejando estrellas y quebrantos
como una melodía irrepetible
compuesta con el tono de la sed y la fiebre

porque ya dije
que la vida no pide permiso
sólo está
compartiendo
el vasto territorio de una lágrima
o el de una sonrisa
descubriendo y ocultando esperanzas
matándote un poquito a cada paso

y te ponían guapo mientras creías
con esa fe rotunda con la que cree la infancia
en el círculo perfecto de tu mundo

y dentro de él los juegos

mágica lluvia fina en la siembra del alma

lluvia y sol de arco iris

cuando era lento el aprendizaje por aquel mundo lento y copioso

mundo candeal de la amistad sin mácula
horneado con carreras y risas
aceras de inocencia y parques de aventura


lealtad era el don de su carne caliente
lealtad que no mide el por qué de las cosas y no espera respuestas
sólo llegan a uno como buenos regalos

qué nos queda aún de aquello

la vida te vio guapo con la sonrisa nueva
y amplio el corazón con latidos de leche

ven ha hacerme un recado busca
dónde quedó el deleite de la tierra mojada
de la emoción primera de los descubrimientos
dónde el secreto azul de los cedros del parque

en qué rincón esperan



3

Allí habitó un dulzor esmerilado

sobre ese tiempo fértil que lentamente abre sus balcones

oh viejas sensaciones atrapadas
junto a la misma boca del estómago
sois vosotras
las que sabéis cuál es el nombre y el rostro verdadero

deshacéis las capas de alquitrán con que fueron moldeadas las facciones
para así aparecer tan limpio como entonces
tan entregado
con los ojos que lanzan más allá de los astros
de vuestra vieja bóveda su mirada desnuda

tiempo de las nostalgias
y la nostalgia es red donde arrojar las dudas y prender los temores



4

Volver sin pedir una respuesta

sólo oír al recuerdo
y que su boca muerda a ese hombre de ahora
que haga brincar su alma olvidadiza
como lo pudo hacer en aquel tiempo
en el que todo
podía ser posible con un acto pequeño de fe o entrega
y soñar

/ el único alimento verdadero /

pues soñar es despertar a una vida más amplia
donde todo es posible
donde se forja el hombre que tú quisiste ser
donde avanzas con esa claridad del invidente

a golpe de sentidos



5

Encaramado a la ventana de la vida
atisbando sus ruidos detrás de los cristales
sus hirientes colores infinitos
el niño se deshace
desdibuja su boca y su nariz contra el mañana
las palmas de las manos se aplastan y blanquean contra el vidrio
abiertas como ojos que quisieran
recibir de una vez tanto desorden

cuál fue el salto veloz que le ha alejado
de aquella falda amable de la infancia

y es porque crece
y ya no necesita encaramarse
para ver más allá
pues ya se encuentra ahí
perdido en su diluvio

ya es parte del paisaje

admirado y feliz
repleto de fulgores
y las promesas mesando sus cabellos
mientras ruge la vida invitadora
como un río alocado y misterioso que entre cortadas desciende

ruge provocadora
y en sus oídos suenan
como música mítica sus notas escanciadas
prestas para empapar su tierno corazón



6

La fuente de la vida es abundante

cierra los ojos y moja las muñecas
escucha ese rumor que va fraguando
su infinita figura en el cerebro
creando para el alma una ilusión

no hables solamente contempla
ya que contemplar es ir más allá que el simple saber

acude a su llamada íntima y despliega
un abrazo entregado

simple alma simple
raíz de árbol
labio carnoso que modula los labios
tuétano bosque viento y arena
luz que por luz va animando a las sombras
recuerdo inscrito en mármol
nada



7

Todo lo material es tan efímero como un surco en el agua

los años te lo muestran en las manos vacías
cuando al mirarlas sólo
encuentras un perfil de ausencia entre los dedos
o viejas limaduras caducadas

manos de dedos ávidos
locomotoras que vencían raíles o apuntaban quimeras
de acero y piedra
emblemáticos falos con que preñar la soledad
el vacío y la ausencia

los que pusieron tu nombre al territorio
y elevaron murallas tercamente
pretendiendo
retener aquello que por su esencia es imposible

manos que al final nada construyen porque nada les queda
vencidas por la artrosis
de una realidad distinta a la que deseabas
a la que habías soñado entre banderas ondulantes
y que creíste dominar con arrogancia

manos que ahondan en el silencio con especial pericia
ya que al final se hizo mentira el alba
y sobre ella
se desplomó esa bóveda de cristales dorados



8

Cuando abres los ojos a veces los hiere la tristeza

su rueda va girando y sólo muestra
un espiral sin fin que va cayendo

gira sobre las tripas y gira en el cerebro

gira y va deshaciendo
el pedazo de cielo que creíste tener junto a tu nombre
y al taladrarlo
va descubriendo un hueco
frío e inconmensurable



9


Maldito sea el instante en que voló el dolor
con su siniestro vuelo

cuál fue el motivo de su impulso nocturno

porqué hizo gravitar sus negras plumas

no anhelabas océanos
ni pretendías el deshielo torrencioso
ni la tromba ecuatorial ni las cascadas
ni el bronco remolino que hace girar en torno cuanto absorbe

el mundo era un pequeño pucherito con agua para amansar el fuego
un sorbo diminuto
con que calmar la sed y seguir caminando
unas pequeñas gotas con que hacer germinar a la ternura
y así seguir midiendo
el tiempo con pisadas y con lentos latidos
y que todo encajase en su medida
y que llevase a cuestas su carga de inocencia



10

Vuelve la luz del Arco Iris sobre la tierra
después de la grisura y la tormenta
aparece su curva devolviendo
el orden devolviendo
el canto a todo cuanto abarca devolviendo
alegría a las caras
hiriéndonos el cielo


"mira mira el Arco Iris"

caballito de luz que galopando aleja a la tristeza

"mira mira hijo el Arco Iris"

la paleta de Dios la pinto para ti sobre las gotas
sobre los charcos
sobre los álamos de las infancias

/Aúpame padre quiero treparlo y subirme a su lomo
hasta la punta del color violeta
quiero empaparme
teñirme de colores
ser también Arco Iris y abrazarme a los astros
que me esperan ocultos más allá de la noche
rutilantes e inmóviles

a qué voz obedecen desde allá arriba

también podré escucharla/



11

La infancia llena cuartos vacíos
casas calles vacías
barrios y ciudades vacías
almas vacías
y su rastro
es una marca fiel en la conciencia
un camino de vuelta a la pureza
desde un tiempo convicto hasta su tiempo

cuantas veces volvemos anhelantes de credo de amor y de inocencia
para lavar las culpas y romper ataduras
y aplicar fantasía a las heridas y salvar
con certezas
el escollo imposible de las dudas

y ella está ahí en una nebulosa de ingenuidad
fecunda y crédula
acariciando anhelos con sus bellos recuerdos

niñez de los juegos y la entrega
la del mirar confiado
y la eterna pregunta

/papá por qué hay noche y hay día
por qué se tumba el sol tras la montaña /

y los mayores que
como torres que encierran el secreto azul del universo
somos gigantes cual jueces de justicia incuestionable
o héroes para luchar la vida
siempre volvemos
supervivientes a aquel tiempo genuino y luminoso
con los brazos cansados y la cabeza cana



12

Muéstrame tu lado azul porque al mirarte
hombre anónimo de pies descalzos
delante de mí en la fila secular de pronto
te he podido ver alto y generoso tú
que haces caminar el mundo y eres hambre y comida al mismo tiempo
nombre sin apellido historia escrita
con la punta del dedo sobre la arena tú
hombre minúsculo de los mil sordos sabores caminante
de calles y carreteras secundarias tú
el imprescindible y longevo hombre común el reciclado
el rectilíneo
atisbador de paisajes prefabricados donde
todo concuerda y donde nada
se sale de la órbita prevista tú
que soy yo y que nunca
saldrás en las crónicas

consumidor de tiempos y palabras ajenas
extensa mayoría manejada por diques y compuertas
tú y yo sabemos cuál es nuestro papel

las edades nos muestran su fuerza y subiremos
terca pero calladamente los firmes escalones escarpados
y el sudor

con sus gotas
los ha de ir desgastando suavizando
la piedra tosca mullendo
su rudeza hasta la cima a la que nunca llegan
allá en lo alto del sol y las estrellas
junto a la silla gestatoria donde se sienta el tiempo
con sus largos cabellos infinitos

raíces que todo lo devoran y lo anudan

el viejo tiempo que con paciencia va acumulando nuestros nombres
uno a uno pesadamente
con caligrafía monótona y segura escrita con la punta
de sus afiladas uñas curvas
empapadas en sueños abortados
en sudor en sangre en babas
con ellos va llenando las hojas y las hojas y las hojas y en los nombres
se pueden entrever suspiros escondidos y pequeñas
lágrimas derramadas
sombras que deja el miedo y balcones de alegría
labios ojos manos corazones todos ellos concretos
personales esperanzados múltiples

nuestros nombres
en una larga lista / lápida enorme y negra /
de la gran fosa común

aquí aquí aquí
una fecha caída en el olvido un rostro extenuado

filamento candente en el arco voltaico de una lámpara
que acaba oscurecido

reemplazables reemplazadores reemplazados
oleadas que cruzan las avenidas
con el salvoconducto del semáforo



13

Viene un rumor de antaño llega
a rellenar la cueva del olvido
con forma de sabor

es el sabor dulzón del paraíso que despierta
instintos y deseos
resonancias
de bendecidos tiempos de pureza

en ese tiempo todo era hogar
y en él no había historia
ni ruinas con escombros ni fechas ni quebrantos
tampoco había ordenes tan sólo
limpios de recompensas
crédulos puros
manaban inocentes nuestros actos

los niños aún conservan
retazos de ese hogar en las pupilas
y el paraíso flota en torno a su alboroto
derramando
su aura virginal
pero según se crece
según el hombre avanza
la cosecha emponzoña su recuerdo y sólo queda
un poso irracional un bello anhelo
de auroras boreales y quimeras



14


Pasan los sueños
como barcos veleros dejando estelas en las miradas
y brumosas ausencias de lejanías
pasan algunos
pero otros más tercos
como boyas flotantes en la nostalgia
son asideros para los náufragos

sus cuerpos húmedos
sus blandos faros de luces claras
son el conjuro para el cansancio

ahora lo entiendo

soñar no es malo

es hacerse una casa con horizontes

crear fulgores
que atemperen la vida

fundir fragancias
frágiles y ligeras como la espuma

y eso no es malo

los sueños alimentan tras la vigilia
y empujan a los hombres hacia la pompa
irisada y temblona de las infancias



15

Miro los altos muros de la luz
en paz conmigo

andado

ante mí estoy con el silencio
prendido en la solapa y el aroma
que desprende el hogar en esta hora quieta
en que cae la tarde lamiendo las heridas

es un sutil señuelo que invita a divagar con el espejo

apenas un ligero movimiento me descubre
esta barbarie que ha acumulado el tiempo
en los pliegues profundos que bordean los labios
en el pelo vencido
en las ojeras
de este rostro extenuado y repleto

y hay una excitación que me conmueve ya que he vuelto
a mirarme a los ojos
buscando a la expresión que mueve espacios
y he alzado una sonrisa sobre los altos muros de la luz
pues me he reconocido
en aquella mirada que se quedó perdida en las estrellas
cegada en la bondad
de la que siempre han dicho
que debo escabullirme ya que me hace más débil
quebradizo
diezmable

pero cómo dejarla cómo
atrancar su puerta confiada

despacio voy cerrando los ojos y apareces
proyectado en la pared de mi cerebro

en los lomos sonoros de los pensamientos

en los latidos
nadando los canales de la sangre
recorriendo kilómetros de células
volando de alveolo en alveolo

si hijo apareces con esa mirada precipitada en sueños

soñar no es malo pero es mejor la vida

sin la vida
los sueños no se muestran
se ocultan en desvanes profundos
y no inician caminos

hay que hacerse jirones los vestidos y andar sobre las rocas
tener sed de mañanas y hambre de crepúsculos
para que el sueño traiga la mirada serena

la valiente mirada para los altos muros de la luz

en paz contigo mismo

andado



16

Viejas manzanas verdes de la ingenuidad
rodasteis la ladera embarrada de los años

yo os recogeré con manos infantiles
poniendo la camisa por capazo y el sudor
mojándome la espalda

buscaré vuestros cuerpos redondos entre zarza y maleza
y os daré lustre con los vaqueros gastados

mis dientes ofrecidos a vuestra panza verde
darán la comunión con un mordisco
y así sabré a vosotras

crujirá en mi cerebro vuestra rasgada queja como una bienvenida

explotará en mi boca todo el verde sabor de vuestra herencia
y al pasar la garganta
llegareis a mi sangre

venid viejas manzanas
a tientas os descubro y os devuelvo a la mesa
al arcón a los cestos
os devuelvo al armario de mis trajes gastados



17

En el silencio oblongo de mi cuerpo
único en la tierra
habitado de calma
atrincherado
del pedrisco que me toca vivir
huidizo
activo la memoria
como el que pone un vídeo
o descerraja un álbum
o corre velos falsos
o pincha el microsurco con ajadas canciones
para mover el abanico que ofrece la nostalgia

y descubro la casa

aquella casa enorme de un pasillo larguísimo
donde aún sobrevive invicta la inocencia
pedaleando veloz sobre el triciclo
y donde aún flota
ensoñante de largas travesías en la jaima
que forman unas sillas y una sábana

ah maldita inocencia que supo fecundar y que aún navega
los ocultos espacios interiores

cuánto dolor y alegría me produce

la realidad estaba ahí afuera extramuros
y había que defender la ingenuidad de tanto ingenuo
víctimas de una ley nunca escrita
de posturas adultas y pequeñas vilezas
de ingenio y de resabios

/es débil el que pierde y la victoria
es el don natural para los fuertes /

pero allí tras el portón azul había un manso cauce
un orden diferente
todo estaba en su sitio y soñar era gratis
como ahora cuando se abre
esa puerta interior que me ofrece la casa



18

Quisiera no decir ni adiós ni ayer ni olvido
aun cuando el hombre sigue
despidiendo a la vida en su andén cotidiano
con pañuelo ondulante y vieja la mirada

aun cuando el hombre sufre
los azotes nocturnos de lo que nunca llega
y las llagas diurnas que le infringen las pérdidas
y sólo en el volver
descubre ungüentos que pueden redimirle

aun cuando el hombre busca
su cara en el reflejo de un tiempo ya cumplido
con ojos persistentes
y quiere cobijarse
en esa virgen lágrima formada en la frontera de la risa

armarse con el halo
que ostentan los lugares donde fue / o creyó ser /
feliz crédulo ingenuo
o erguirse en equilibrio
en la cuerda flotante de sus nieblas
y así reconocerse
con el traje confiado de los niños
con el traje rebelde de los jóvenes
con el traje arañado de los hombres
con el traje vencido de los viejos

aun cuando el hombre olvida
con toda intensidad que su viaje
acaba en un lugar llamado olvido



19

Quizá fue de mañana o de tarde o de noche

que más da seguro fue un trallazo que alerta te mantuvo
un hallazgo esperado
la conmoción total de los sentidos que te robaba el aire
siendo para ti el aire

sólo hizo falta
el pestañeo del tiempo
para tornar enorme la emoción más pequeña
y aquella imperceptible respiración del mundo
se convirtió en profundo respirar sincopado

así creció en tu piel el calor de su nombre
para hacerte saber que ya no estarías solo

de tu boca nació una palabra nueva
que atreviste a exhalar delante del espejo

amor

sonoro escalofrío que suena como un tiro que revienta el silencio
para erizar la piel
y dejar en los ojos el dolor agridulce del fulgor de su nombre



20

Mientras hechos lugares y palabras vencidos se deshacen
dejando sus difusas luces trémulas

torpes deformaciones de aquella realidad que nos sostuvo

mientras siluetas y nombres
columpiados en el balancín de la distancia
se van desvaneciendo entre las manos
como umbrales umbríos deformes por el humo

y allá
desde su fondo
desde el envés del tiempo transcurrido
sus colores ya son el no color
su tacto un espejismo
y su calor sólo un puro ejercicio de nostalgia

mientras todo sucumbe detrás de tenues huellas
esquirlas en el pecho
blanqueados esqueletos y sombras en derrota

mientras todo es manillas de relojes que avanzan

mientras se deja el hoy aún con ayer a cuestas
solamente seguro en inseguridades e inseguro en certezas
y esperas en la exigua incertidumbre de mañana
y los planes
son signos dibujados en la cara del agua
se escribe un rotundo graffiti en la conciencia

AQUÍ Y AHORA



21

La vida se desliza por un perfil muy fino

leve pero sin pausa va bordeando a la muerte
imponiendo sus leyes de luces tactos formas
a las alas sombrías de viejo veredicto

y nosotros viviendo
sacando esquirlas finas con la gubia del pulso
para tallar un nombre una edad una historia
una razón que otorgue claridad y sentido
aire que aire respire
agua que beba agua



22

Espero tanto en ti mi vieja vida

herida en sangre clara

desde la infancia
en la que presentí tu aparición gozosa
hasta este hoy al que llego
cargado de paisajes

he aprendido a quererte aun bajo los aguaceros
de las esquinas donde
se encuentran los olvidos

bajo las cañerías que vierten soledades
detrás de los escombros de las promesas muertas
o a pesar de los yugos de los tiempos difíciles
y aún sabiendo que nunca recordarás mi nombre

sobre ti me deshago como se rompe el mar contra los arrecifes
para dejar mi espuma frenada entre tus rocas

pedacitos de alma con aroma a salitre
y tablones tajados del árbol de los sueños



23

Hasta esta tarde serena de Septiembre
preludio de otras tardes
y arcón de tantas otras
diván para la calma del otoño
que ostenta voluptuoso su hojarasca

hasta esta tarde digo en la que el mundo
ofrece multitud de situaciones
a lo ancho y lo largo de su estela
precisamente yo bajo este cielo
sazonado de nubes que lentamente pasan
y otorgan plenitud conmoción claridades

hasta este justo instante que debo retener para otro tiempo
a venido
con los ojos de hogar y el corazón de harina
a desbrozar recuerdos de la encrespada crin de la memoria
a desandar mis miedos y acorralar fatigas
a pulir con la manga mis pequeños momentos de gloria
a saber que aprendí de las gotas tenaces
y alimentar los sueños con pedazos de amor
para que no sea estéril aquello cuanto hago



24

Miro a mi alrededor y veo vida
oigo batir sus ruidos
contra le acantilado de mi pecho
aún vertical y generoso
y me escucho en sus ruidos

me cercan sus colores
con su espiral de vértigo y de luz
con su arrogancia jactanciosa
fríos o apasionados
y sé que soy un puro reflejo de sus tonos

abro en par el cajón de sus aromas
y libero sus cuerpos
en un revoloteo alocado y traslucido
que quiero perseguir igual que un colegial
y sé que soy olores

y siento que soy vida
dolorosamente cautiva tras barrotes de aire

y me cobijo en su luz gozosamente

luz de serenidad

luz que va levantando
castillos interiores



Este libro está dedicado especialmente a mis hijos:
Guiomar, Álvaro y Clara

1 comentario:

  1. Hace años que leí este libro. Vuelvo a leerlo con el mismo interés y el mismo pasmo por la facilidad que tienes para usar imágenes poéticas.
    Es un libro muy bello.

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